Hoy, primer jueves de octubre, se celebra el Día Europeo de la Depresión.
La Asociación Europea de la Depresión, al marcar un día hacia este problema, quiere
resaltar la necesidad de que esta enfermedad se conozca mejor y se diseñen medidas y
recursos eficaces para combatirla. Porque se ha convertido en el reto sanitario más
importante a nivel mundial.
La depresión como problema de salud, transciende al paciente, a la familia, al trabajo y a
la sociedad en general. Así lo demostró un estudio que se realizó en 60 países y se publico
en la revista Nature (2011): “Grandes retos de la Salud Mental en el Mundo”. Vino a decir
en sus conclusiones, que la Depresión es el problema de salud más incapacitante a nivel
mundial. Ocupa el primer lugar en años de vida asociados a la discapacidad, 65,5.
Y dentro del Sistema Sanitario supone el motivo de consulta más frecuente en los Servicios
de Atención Primaria teniendo en cuenta todos los trastornos mentales. Sin contar los
numerosos casos diagnosticados de sintomatología mixta ansioso depresiva, síntomas
inespecíficos, problemas psicosociales, etc.
Pero esta situación, lejos de desaparecer o reducirse, se ha ido incrementando en los
últimos años favorecida por la crisis económica en la que estamos inmersos y la nefasta
gestión de la misma desde el punto de vista del ciudadano de a pie y su bienestar.
Se especula que para el año 2020, entre el 16-20% de las personas lo van a padecer una
vez en la vida. Igualmente, los estudios de prevalencia, resaltan que en la mujer es el doble
que en el hombre, observándose durante la edad media de la vida 14,5% y 6%
respectivamente, sin referencia a la infancia y la tercera edad.
La depresión, según la OMS, consiste en que una persona sufre un estado de ánimo bajo,
sin casi variación de un día para otro, reducción de la energía y de la actividad; se reduce
su capacidad de disfrute, de la libido y de concentración, sensación de cansancio y
enlentecimiento motor, apetito disminuido, autoestima y confianza en uno mismo
igualmente mermada, alteraciones del sueño y fácil pérdida de peso.
Entre los factores que han podido contribuir en la población española al aumento del
malestar psicológico (principalmente depresión y ansiedad) en los últimos años, se
mencionan la situación de desempleo, tanto para uno mismo como para alguien del entorno
familiar, las dificultades para hacer frente a las hipotecas o el riesgo de desahucios. Los
recortes en sanidad tampoco van en beneficio de la calidad de los servicios prestados. Sin
embargo sigue aumentando el coste en medicamentos para estos problemas, sin haber
demostrado su eficacia, más bien al contrario, hay números estudios donde se ha
comprobado que sólo en las depresiones graves se encuentra una relación entre el
medicamento y la mejoría, pero no hay ninguna para las depresiones moderadas o leves.
En alguna, el placebo demuestra una mayor relación que el fármaco.
Por ello, el modelo de atención está siendo implementado con éxito en otros países como
Reino Unido, Noruega, Brasil, Australia, etc., incorporando la figura del psicólogo en el nivel
asistencial desde la Atención Primaria a la Especializada. En concreto, el Instituto Nacional
para la Salud y los Cuidados (NICE) ha publicado estándares de calidad para este problema
y otros de salud mental donde recomienda que la terapia psicológica debe ser el tratamiento
de elección. Y la Asociación Británica de Psicología, se opone a la aplicación del modelo
biomédico para la comprensión del problema, demanda un cambio de paradigma en salud
mental.
Entre los beneficios de este nuevo modelo, estarían la identificación precoz y la
intervención temprana, tanto de la depresión como de otros problemas de salud mental, la
reducción de los tiempos de espera para recibir tratamiento, la prevención de la
complicación o cronificación de la sintomatología, la reducción del número de visitas al
médico y de días de hospitalización. Ello redunda en ahorro de costes económicos y
sociales: reducción de la factura de farmacia, ya que no han demostrado su eficacia, bajan
las tasas de discapacidad, desempleo y muertes prematuras.
El Consejo General de Psicología de España, como representante de los Colegios
Profesionales de Psicología, está reivindicando la figura del psicólogo en Atención Primaria
en los últimos años, como demuestran su necesidad las distintas investigaciones sobre las
terapias psicológicas en las enfermedades mentales, la carga asistencial que supone para
el médico de A.P., sin que sea un tratamiento eficaz, la demanda de instituciones y la
implantación de otro modelo de abordar la salud mental con éxito. Una forma de hacerlo es
la organización los cuatro últimos años de las jornadas de Psicología Clínica en Atención
Primaria a nivel nacional.
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